Se ha descubierto que el alperujo, subproducto extraído
durante la producción del aceite de oliva, se puede utilizar para sintetizar
las moléculas antioxidantes de gran alcance, teniendo una potencial aplicación
en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Investigadores de las Universidades de Sevilla y Málaga, en
combinación con el Instituto de Ciencia y Tecnología, Alimentación y Nutrición
y expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han
estudiado la preparación de potentes antioxidantes, la investigación se centró
específicamente en la utilización de estos productos en alimentos funcionales y
en la aplicación secundaria de tratamiento de Parkinson.
El hidroxitirosol se encuentra naturalmente en los olivos en
la forma de la oleuropeína. Sin embargo, durante el proceso
de extracción del aceite de oliva, la mayor parte del hidroxitirosol pasa como producto de desecho, quedándose solamente el uno por ciento en el aceite de oliva.
Aunque este antioxidante natural, sólo
está presente en pequeñas cantidades, es suficiente para
conservar el aceite de oliva en el almacenamiento durante hasta un año, lo que ilustra el efecto antioxidante de la
sustancia.
El proceso de extracción es complicado y necesita un
refinamiento adicional para identificar las moléculas específicas requeridas
para el uso en el tratamiento de Parkinson.
Aún quedan más estudios por hacer, pero es muy prometedor el descubrimiento, ya que abre un campo de posibilidades para el tratamiento de la enfermedad.
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